Los relatos publicados en este blog son el recopilatorio de historias y situaciones vividas durante parte de mi vida. Durante algún tiempo me he sentido culpable de alguna de mis relaciones antes de leer en este medio que hay mucha gente con historias similares o parecidas. Mi primera relación de sexo fue antes de cumplir los quince años, la ultima hace unos meses. Algunos de los relatos os parecerán inventados y no os culpo si no habéis vivido alguna situación similar o parecida.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Mi noche con Lola


Llegue a su dormitorio allí estaba ella esperándome, parecía una diosa, su cuerpo solo estaba cubierto por una toalla, su cabello aun mojado, sus labios tan eróticos como siempre y una mirada sensual que me dejo sin habla y algo nervioso ante ella. Me indicó con la mano que pasara y cerrara la puerta, me señalo con la mano que me tumbara a su lado, yo accedí, en esos momentos los nervios y la excitación se unían al rozar aquella piel que tanto deseaba me estaba volviendo loco de excitación y de ganas de comerme su cuerpo. Ella estaba tumbada sobre la cama con las piernas un poco abiertas para dejarme ver bajo la toalla el vello negro que cubría su sexo, mis manos volaron a sus piernas, pero sin apartar la mirada de ese rincón intimo que aparecía ante mí, lo veía negro peludo y eso me excitaba aun mas, la imagen era maravillosa, mi excitación para esos momentos era tremenda, mi pene estaba totalmente erecto debajo de mis pantalones solo con la visión de ese rincón oscuro esperando mi estaca bien dura. SEGUIR LEYENDO.

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Mientras seguía acariciándola, ella cerraba los ojos, demostrándome que se sentía a gusto y tan excitada como yo, poco a poco ella flexiono un poco sus piernas, dejando ante mí en todo su esplendor ese sexo que yo no podía dejar de desear.

--Miguel baja tus manos un poco más.

--Quiero sentir tus dedos entre mis piernas.


Yo obedecí, sus piernas un poco abiertas me ofrecían su sexo, mis dedos exploraban entre sus muslos buscando donde cobijarse, me iba acercando cada vez más a la entrada de mis deseos, lo rozaba con mis dedos, lo hacía con suavidad, ella excitada como yo, me facilito el camino y abrió sus piernas totalmente, esa acción me demostró que lo deseaba aun más que yo, y no lo dudé, empecé a acariciarla suavemente pasando mis dedos por su rajita, que estaba muy mojada. SEGUIR LEYENDO.

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Sentía su sexo tan cerrado como el de una quinceañera. Con uno de mis dedos separé los labios de su rajita, ella me dejaba hacer mordiéndose suavemente los labios y suspirando. Me parecía increíble que después de haber tenido una hija tuviera su sexo tan cerrado como el de una jovencita.
Me incorporé, levante sus piernas un poco y acerque mi boca a su sexo, deseaba sentir su sabor, su calor, su humedad en mi boca, mi lengua jugaba dentro de su sexo, su sabor era exquisito, su cuerpo se estremecía ante mis lametones, busque su clítoris que se mostraba desafiante ante mi boca, ella se retorcía de placer mientras lamia y chupaba su clítoris.
Sus manos empujaban y apretaban mi cabeza contra su sexo, para que la penetrara con mi lengua, los dos estábamos muy excitados, mis manos subían por su cuerpo aparte la toalla que cubría sus pechos, ante mí duros y deseosos quedaron dos preciosos pechos que lucían en su centro unas aureolas rozadas coronadas por dos pezones majestuosos y duros suplicando ser besados y mordidos , grandes, suaves, firmes, sus pezones pequeños, redonditos, una delicia para mi visión, mis manos subieron por su vientre hasta llegar a ellos, mientras seguía comiéndole su rajita, mis manos empezaron a acariciar sus pechos, sintiendo como los pezones se ponía aun más duros, la excitación que Lola sentía en esos momentos se reflejaba en su cara, me preocupaba que los gemidos que escapaban de su garganta se pudieran oír al otro lado del pasillo, como así fue. SEGUIR LEYENDO.

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Yo seguí con mi lengua en su sexo hasta que Lola empezó a retorcerse de placer empujando mi cabeza cada vez con más fuerza hacia su sexo, estaba llegando a un orgasmo, movía su cuerpo como posesa, yo seguía rozando su clítoris con mis labios, Lola exploto en un orgasmo que lleno mi boca y mi cara de sus jugos, su sabor era delicioso. Una de mi mano tapaba su boca para que no oyeran sus gemidos, su hija dormía en una habitación al otro lado del pasillo y podía oírnos cosa que sucedió pero eso os lo explicaré otro día.

Cuando su respiración volvió a la normalidad se incorporo se puso de rodillas entre mis piernas empezó a quitarme el pantalón, por encima de la ropa se podía apreciar el tamaño de mi pene, el cual estaba deseando salir de su prisión que era mi ropa interior.
Lola me dio un apretón por encima del pantalón mientras seguí bajándolo. SEGUIR LEYENDO.

Lola 5


--Chico que cosa más hermosa debes tener entre tus piernas uauuu.
--Me vas a destrozar con esto, llevo más de diez años sin hacer nada.

Mientras me acariciaba por encima de la ropa, empezó a besar mi pene por encima de la ropa interior, me daba pequeños mordiscos, estaba tan excitado que me empecé a sentir mojado, deseaba sentir mi pene dentro de su boca, sentir ese calor y la humedad de su garganta, Lola bajo mis calzoncillos, y los tiro en medio de la habitación, mi pene quedo ante ella, totalmente empalmado, duro como una estaca. Lola se quedó mirándolo con los ojos muy abiertos.

uauuu, que cosa más hermosa por dios, nunca he visto una cosa tan grande.

Ni en las películas porno.
Esto no me cabe a mí.

Mientras decía esto una sus manos la apretaba y la otra me tocaba los testículos.
Algo parecido me dijo Carmen la primera vez que estuvimos juntos.
Lola se acerco y con la lengua empezó a lamer unas gotas de liquido pre seminal que salía por la punta del capullo, lo saboreo mientras me guiñaba un ojo, al notar su lengua me puso aun más excitado, comenzó a darme lametones suavecitos en la cabeza de mi pene, lo hacía con suavidad, pero sin descanso, empezó a meterla en su boca, solo introducía la cabeza, la rodeaba con su lengua, y volvía a sacarla, una de las veces que la saco, dejo caer unas gotas de su saliva sobre mi pene, extendiéndola con sus manos sobre mi pene, se acerco sin apartar su mirada de mis ojos y se la introdujo en su boca todo lo que pudo, yo solté un suspiro al sentir ese calor y esa humedad en mi pene, era tremendo sus labios aprisionaban mi pene, ella comenzó un subir y bajar con mi pene dentro de su boca que me estaba volviendo loco, ella sintió que me podía correr, así que paro, me miro a los ojos y me dijo. SEGUIR LEYENDO.

Lola 6


--No tengas tanta prisa.
--No quiero que te corras aun
--Quiero sentirla toda dentro de mí.
--Pensé que quería decir mi pene.

Me incorporé, me puse de rodillas entre sus piernas, con una mano restregaba mi pene por entre la selva negra de pelo que cubría su sexo buscando su rajita, sentí en mi pene la humedad y el calor que desprendía de su sexo.
Puse la punta en la entrada de su raja, apretaba para meterla pero su sexo no cedía, de un apretón ssólo pude clavarle el capullo, Lola hacía gestos de dolor me despellejaba el pene intentando clavársela de tan cerrada que estaba su raja, parecía ser virgen.
No podía, entonces Lola se me levanto y me dijo que esperara, busco en uno de los cajones de su tocador y saco un tubo de crema suavizante.

-- Chico, visto en las películas porno vergas grandes, pero es que la tuya es como la tranca de un caballo.
-- Es que tú pareces virgen, es que no puedo entender después de haber tenido una hija que estés tan cerrada.
-- Mi niño, es el tiempo que hace que nadie ha tocado,

En los pies de la cama se quedó parada mirándome mientras me untaba el pene con la crema.

-- Uff, chico, qué maravilla de verga tienes.

Volví a ponerme entre sus piernas y a intentarlo de nuevo y esta vez noté que el capullo entro sin dificultad, fui apretando despacio hasta notar como casi la tenía toda dentro, Lola se retorcía.

--Te hago daño?.
--Nooo.

Su no fue más que una respuesta un gemido.

--Húndemela hasta el fondo.

-- así, así, ah, que gustazo.

--Aprieta más, más ahhhhhhhh, Uauuuuuu.

Se retorcía bajo mi cuerpo, me mordía el pecho y clavaba sus uñas en mi espalda.

--Métemela, métemela toda, así más fuerte, así, así.

--Follame, follamee, Uauuuuuuu. SEGUIR LEYENDO.

Lola 7


Casi gritaba, le dije que no lo hiciera pero no me oía solo gemía pidiéndome más que le diera más fuerte. En pocos minutos se corrió otra vez y de forma tan abundante que la caricia de su corrida envolvió mi excitado capullo me hizo casi gritar de placer, la inundé a borbotones fuertes y prolongados de leche caliente, Lola se retorcía como una anguila corriéndose una y otra vez.

No quiso que se la sacara, aunque en esos momentos yo tampoco pensé que esto podría traer graves consecuencias, Lola era aun una mujer joven y podía quedar embarazada. Su coño hirviente me apretaba la polla como una boca ansiosa y en pocos minutos estaba otra vez tan empalmado como la primera. Su coño era especialista en apretar el pene con sus músculos vaginales. Consiguió que me corriera cuatro veces en un par de horas.
Cuando las respiraciones volvieron a la normalidad le comente que si había tomado alguna precaución.

--¡¡Precaución!!.
--¿Qué precaución?
--No me has dejado sacarla.
--Puedes quedarte embarazada.
--Aun estas en edad fértil y si quedas embarazada como vas a explicarlo.
--No seas mal augurero, a mi edad y después de tantos años sin hacerlo eso es imposible.
--¿Eso crees tú?.
--No te preocupes de eso ahora y no me cortes la mejor follada de mi vida, nunca he disfrutado en mi vida como lo estoy haciendo contigo.
--Si eso sucediera ya me espabilaría.
--Tú a lo tuyo.
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Una sonrisa llenaba su preciosa cara mientras apretaba su cuerpo al mío buscando mi estaca para volver a ponérsela entre sus piernas
Mientras hablábamos abrazada a mí cuerpo me dio un beso largo y apasionado mientras las lenguas se entrelazaban, sentía de nuevo mi erección entre sus piernas, pasó una de sus manos y me apretó los testículos.

--Si aún les queda algo voy sácaselo.
--La quiero toda para mí. SEGUIR LEYENDO.

Lola 8. FINAL


Mientras me decía eso se incorporo, apoyándose sobre sus rodillas, puso sus piernas una a cada lado de mi cuerpo, yo deseaba de nuevo volver a penetrarla, después de varias corridas aun sentía las mismas ganas de hundirme en su estrecho sexo, y sentir de nuevo el calor de su sexo apretar mi pene, sentir como su humedad mojarme y sentirlo correr por mis piernas.
Se levantó sobre sus rodillas, tomo mi pene con una de sus manos, lo apunto a su raja y fue introduciendo muy despacio dentro de su vagina aun adolorida, la imagen que tenia ante mí era increíble, sus pechos aparecían ante mi esplendorosos mientras ella subía y bajaba, unos pezones totalmente erectos por la excitación del momento, mi pene se fue introduciendo en esa deliciosa y húmeda cueva que era su vagina, cuando la sintió toda dentro, empezó a cabalgar, primero despacio y luego fue aumentando la velocidad, era increíble, sus pechos se mecían ante mí, no pude contenerme y subí mis manos a ellos, los apretaba entre mis manos, mis dedos pellizcaban sus pezones, las sensaciones que estaba teniendo en ese momento, hacían que mis testículos rebotaran contra sus nalgas, en el subir y bajar de su cuerpo. SEGUIR LEYENDO.

Lola Final


Subí una de mis manos a su boca y ella empezó a chupar mis dedos como si se tratara del pene, mis dedos mojados los lleve a sus pezones, en esta posición estuvimos largo tiempo, hasta que yo le pedí que parara, le rodee con mis brazos y sin sacar mi pene la lleve sobre una pequeña mesa que había en su habitación con una de mis manos aparté todo lo que había sobre ella, puse su cuerpo, levante sus piernas hasta apoyarlas sobre mis hombros empecé a entrar y salir de su cuerpo muy despacio, en esa posición se la metía hasta casi los testículos, mis manos apretaban sus pechos, ella se retorcía de placer, gemía, casi gritaba, me pedía que no parara en ese violento bombeo que le estaba dando, así estuvimos un buen rato, hasta que sentí que ahora era yo el que iba a explotar en un tremendo orgasmo, un orgasmo que quería reservar para su boca, algo que ella me había comentado que nunca lo había experimentado y quería probarlo, así que cuando sentí que el semen iba a salir le avise, pero ella no quiso que se la sacara.
De su garganta salían mas que gemidos sonidos roncos, en cada embestida que estrellaba mis testículos en sus carnes, cuando sintió que la inundaba de nuevo dejo escapar un grito que estoy seguro se debió oír hasta en la calle.

Fue una noche completa de sexo, los disfrutamos muchísimo, después de este tremendo orgasmo pasamos a darnos un baño, pero esa es otra historia que ya contare en otro momento….