Los relatos publicados en este blog son el recopilatorio de historias y situaciones vividas durante parte de mi vida. Durante algún tiempo me he sentido culpable de alguna de mis relaciones antes de leer en este medio que hay mucha gente con historias similares o parecidas. Mi primera relación de sexo fue antes de cumplir los quince años, la ultima hace unos meses. Algunos de los relatos os parecerán inventados y no os culpo si no habéis vivido alguna situación similar o parecida.

lunes, 4 de junio de 2012

LA HIJA DE UNOS AMIGOS


Alma, su primera vez.
Esta historia ocurrió en este verano en el pirineo Jorge y Rosa son unos amigos, bueno mas que amigos solo conocidos. Los conocí a través del deporte que practica mi hijo y que va ligado al de un hijo de esta pareja  nos veíamos de ves en cuando y el verano pasado nos invitaron a pasar unos días en una casa que tienen en la montaña.
Supongo que algunos se rasgaran las vestiduras al leer este relato pero como pasó quiero contarlo.
En el mes de agosto pasamos unos días en casa de esos amigos. El matrimonio además del hijo de 15 años también tienen una hija de 18 años. Como las vacaciones son para descansar y hacer cada uno lo que le apetece, cada uno se montaba su historia, igual salíamos juntos a dar una vuelta que uno u otro se quedaba solo en la casa y los demás se iban. Así fue que un día que todos decidieron ir a Vaquería Alma y yo decidimos no ir y quedarnos en casa. Alma es la hija de estos amigos, es alta delgada súper formada para su edad, deportista con mas de un trofeo y medallas en sus vitrinas.
Serian las 5 de la tarde cuando me levante de la siesta y me dirigí al baño para ducharme una vez dentro me di cuenta que el calentador estaba apagado así que pedí a Alma que lo pusiera en marcha para darme una ducha, así lo hizo, al volver abrió un poco la puerta de baño para decirme que ya estaba en marcha, yo desnudo no pude evitar que mi cuerpo quedara reflejado en el espejo y ella me pudiese ver, me di cuenta por la cara que puso que había visto lo que me colgaba entre las piernas, he de decir que en eso la naturaleza ha sido bastante generosa conmigo ya que el pene en erección me mide unos 20 cm reales y algo mas de 14 cm de perímetro. No le di mas importancia pero al salir al salón con una toalla enroscada me fije en que Alma me miraba diferente a como lo hacía hasta ese momento, no sabia muy bien como me había mirado antes pero desde luego no lo había hecho como lo estaba haciendo en esos momentos, estaba estirada en el sofá con los pies estirados enseñando las braguitas diminutas del traje de baño y llevaba una camiseta de tirantes sin sujetador donde se marcaban los pezones. La verdad pensé es que esta para comérsela pues tiene un cuerpazo que ya lo quisieran muchas de las que se ganan la vida desfilando en las pasarelas.
- ¿Que tienes calor? Le pregunte medio en broma.
- Si respondió al tiempo que sin decir más se apartaba en el sofá dejándome sitio.
-¿Que estas viendo? Pregunte refiriéndome a la televisión.
- En la tele nada en especial.
Y diciendo esto me coloco las piernas encima de las mías, aunque me quede un poco cortado no le di demasiada importancia pues suponía que para ella era algo habitual, aunque llevaba tan poca ropa y su cuerpo ya no era el de una niña.
Mientras tenia las piernas encima mío observe como las movía abriéndolas  y cerrándolas y cada vez que lo hacia dejaba ver sus braguitas metidas por la raja de su culito y enseñando por un lado parte de su sexo, la niña me estaba poniendo como una moto y debajo de la toalla algo estaba pasando, ella se dio cuenta y se quedo mirando descaradamente.
-¿No llevas nada debajo de la toalla verdad? Buf creí morir menudo corte, me costó encontrar una contestación.
- No, la verdad es que no llevo nada.
- Pensaba ir a cambiarme ahora para darme un baño en la piscina.
Antes de que se diera más cuenta de mi erección me levanté y me dirigí a la habitación donde nos habían alojado a cambiarme y ponerme el bañador.
Cuando salí de la habitación Alma ya no estaba en el salón, oí chapoteos en el jardín y era ella que estaba dentro del agua.
Por muchos esfuerzos que hiciera el calentón que había cogido al ver parte de su cosita antes en el salón hacia que el bulto del bañador fuera imposible de disimular, Alma al verme llegar seguía con la mirada fija en el bulto y de nuevo descarada me dijo.
- Creo que necesitas un chapuzón urgente mente jajá jajá.
La jodida me estaba provocando, mientras me dirigía hacia el borde de la piscina observe que ella estaba completamente desnuda.
- ¿Pero chiquilla que haces?
- Como que hago.
- ¿Pues que vas desnuda, si viene alguien y te ve que crees que puede pensar?
Siempre me baño desnuda además hace tiempo que deje de preocuparme por lo que piensen o digan los demás respondió y me increpó para que dejara de ser tan mojigato y me metiera en el agua. Me acerqué al borde de la piscina para meterme en el agua cuando volvió a dirigirse a mí.
- ¿Es que no piensa bañarte desnudo?
- Tú estás loca chiquilla. Si llegan tus padres me cortan la cabeza.
Te parezco una chiquilla, mientras decía esto de un salto salio del agua y se paseo por el borde del agua como sus padres la trajeron al mundo, después de sonreírme picaronamente se volvió a tirar al agua viniendo hacia ami e intentando sacarme el bañador por los pies. Como no la deje a solo unos CMS de mi rostro me dijo.
- Venga no seas tan puritano y quítate el bañador que vea que escondes ahí debajo
 - Enséñame que tienes ahí que abulta tanto.
- QUEEEEE? estas loca criatura.
- Va por fa nunca he visto una grande.
 -Que dices y tu que sabes.
- Si sé, te la he visto antes en el baño reflejado en el espejo. ja ja ja, además el bulto del bañador tampoco miente.
-¿Pero bueno Alma tú estas mal de la cabeza?
- Por favor solo verla, enséñamela y yo te enseño el mío.
- Pero que dices loca.
- Que me vas a poder enseñar tú  si vas desnuda del todo.
- Venga no seas malo, no diré nada a nadie te lo juro.
La verdad yo estaba bastante excitado y mi polla aumentaba por momentos,  Alma me bajo el bañador hasta los pies, por favor date la vuelta me decía, me quede un instante quieto y callado y sin mas me di la vuelta, la cara de Alma era para verla los ojos como platos la boca abierta y vi como sus pezones se erizaban poniéndose mas tiesos, antes de darme cuenta mi polla pego dos latigazos hacia arriba y empezó a crecer aun mas, quise disimular hundiendo el cuerpo en el agua pero Alma me decía:
- No, no déjala crecer es una pasada, ¿todo eso se pone duro??
Una de sus manos acarició mi polla que parecía un mástil aun estando dentro del agua.
- Pero niña basta ya, vas a hacer que me vuelva loco, eres solo una niña.
- No, no mira, mira lo que tengo yo para que se tranquilice y se abrió de piernas intentando estirar mi mano y llevarla  entre sus piernas  ante mi tenía unos pechitos como nunca había tenido delante se acercó mas a mí mirándome y mirándose sus pechos ofreciéndomelos yo no podía aguantar mas y acepte acariciando uno y pellizcando el pezón del otro al tiempo que mi polla seguía creciendo dando saltitos hacia arriba, estaba  dura como una piedra y desafiante. Ella se acercaba para sentirla rozar entre sus muslos. Alma mirándola fijamente me dijo:
- Eso a mi no me cabe en ningún sitio.
- Eso crees, contesté.
- Nunca he visto algo tan grande ni tan gordo.
- Cuantas has visto tu le contesté?
L verdad es que algunas pero ninguna como esta, y su mano bajo el agua me la agarraba apretándola.
 Yo no pude aguantar mas y metí la mano entre sus piernas y pase los dedos por su sexo que estaba caliente, metí primero un dedo después dos en su rajita y jugueteando le produje los jadeos y convulsiones, ella mantenía sus piernas abiertas y se aguantaba con sus manos en el borde de la piscina no se atrevía a decir ni hacer nada, cogí una de sus manos y la puse en mi polla, ella la apretó con fuerza deslizándola hasta  apretar los huevos que parecían dos bolas de billar de duras y gordas.
- Ven tócala y acaríciala. No es eso lo que deseabas.
Me acerqué más a ella y seguí a acariciando sus muslos con la mano entre sus piernas y volví a meter un dedo en su rajita y luego busque su clítoris que empezaba a hincharse, mientras, con la otra mano le acariciaba los senos y besaba y mordisqueaba su cuello.
Alma empezó a suspirar y jadear apretando sus muslos.
- Me corro gritaba, sigue, sigue.
- ¿¿que??? Respondí.
Entonces ella jadeante y con la carita roja me dijo.
- Vamos ami habitación estaremos mas cómodos.
-Estas loca Alma, pueden venir tus padres y pillarnos
- Te ruego que no me rechaces, quiero que me la metas quiero perder la virginidad contigo.
- Eres virgen?? Joder joderrr grité con algo de preocupación.
Alma salio del agua y me invitaba a salir  en esos momentos no podia pensar ni rechazar sus suplicas, solo veía aquel cuerpo joven y maravilloso que me deseaba tanto como yo la deseaba a ella, salimos del agua y ella me llevó de la su mano hasta su habitación, entramos, nos estiramos en la cama y deje de pensar en todo lo que no fuera disfrutar de aquel  joven cuerpo.
Tumbada en la cama, separé sus piernas y besé y chupé su almejita hasta hacer que se corriese. Cuando noté la humedad de sus flujos le metí un dedo buscando encontrar ese punto maravilloso (G) comprobando que me había dicho la verdad, era virgen ya que mi dedo no se hundía hasta el fondo en su rajita. Su himen estaba intacto y eso podía ser un problema, en ese momento pensé que podría sangrar mucho al romperlo y como explicarlo si tuviera que llevarla al hospital. Ese pensamiento solo desapareció de mi mente al sentir su manita apretar mi polla y mis huevos. Saqué el dedo y lo chupé, deleitándome con el sabor de sus jugos algo salados.
- No pares por favor, no pares, sigue chupando, creo que no se enteraba de nada estaba tan excitada que ni se enteró de lo que la advertía, yo estaba al limite de mi excitación con mi lengua en su sexo y mordisqueando su clítoris ella seguía repitiendo.
- Mee corrrrroo, me corroooo.
En ese momento sentí en mi boca los fluidos de su sexo, Alma se había corrido, había tenido un orgasmo tan fuerte que mas que correrse parecía que se meaba de la cantidad que había depositado en mi boca y lo seguía haciendo.
Después de descansar unos segundos,  me situé sobre ella, abrí sus piernas y colocando la punta de mi polla frente a la entrada de su encharcada rajita. Comencé a rozarle de arriba a abajo empapando la cabezota hinchada de mi polla roja con sus fluidos para favorecer la penetración. Poco a poco comencé a empujar hasta con un poco de esfuerzo ver como desaparecía dentro la cabezota hinchada. Su rajita era muy estrecha.
Empecé a empujar ya con la cabezota de la polla dentro pero algo frenaba y no me dejaba avanzar. Seguí empujando suavemente y de un golpe le entró hasta la mitad, Alma se quejaba del dolor, seguí empujando y poco a poco y despacio se la enterré hasta el fondo, ella al sentir toda dentro dio un grito y un suspiro, en su cara se reflejaba el dolor de su garganta salina soplidos hondos. Le pregunte si le dolía mucho, me dijo que siguiera que le gustaba, sentía como con una de sus manos comprobaba hasta donde la tenía metida, me decía con jadeos entrecortados que no podía creer que le hubiera entrado todo aquel trozo de polla en su estrecha rajita.
Se a saqué despacio hasta dejar dentro solo la punta para volver a empujar más y más hasta que toda volvía a desaparecer dentro de su cuerpo y los testículos chocaban entre sus ingles.
Las primeras embestidas siguieron siendo gemidos de dolor, poco a poco dejo de sentir dolor y notaba en sus rostro que sus jadeos eran de placer.  Notaba el calor de su rajita presionando  mi polla y dejé que mi tranca creciese aún más dentro de ella.
Seguí con el mete y saca que resultaba de lo mas placentero, se la sacaba casi toda y la volvía a meter hasta el fondo mientras ella suspiraba de placer hasta que de nuevo volvió a correrse ruidosamente.
Cuando noté que mi cuerpo no aguantaba más comencé un suave bamboleo que me alejaba del suave vello de entre sus piernas para volver a hundirme dentro de su rajita. Aquella sensación de placer duró un buen rato hasta que noté que la calentura me invadía y no podia aguantar más y deje que la leche comenzara a fluir desde mis huevos. Empujé todo lo que pude cuando el primer cañonazo salía de mi polla para empotrarse en el fondo de su almejita Alma al sentir el chorro dio un grito de placer. Gemí como nunca antes lo había hecho, nunca había desvirgado a ninguna de las mujeres que habían pasado por mi vida, mientras ese placer la leche seguía saliendo impulsada llenando la rajita de aquella jovencita que se deshacía de placer bajo mi cuerpo. Mi cuerpo se desplomó cayendo sobre el de la chiquilla, sintiendo se clavaban sus pezones en mi pecho. La besé en los labios y las lenguas se entrelazaron. Aquel polvo casi acaba comigo. Tras unos minutos con la polla aún dentro de su rajita sintiendo sus contracciones comencé a reaccionar. Me incorporé un poco para chupar de nuevo sus pechos. Al contacto de su la suavidad de su piel mi polla comenzó de nuevo a engordar. Comencé a bombear de nuevo en su maltrecha rajita. Ahora los movimientos eran más pausados, quizás por el cansancio pero más lubricados por la cantidad de leche que se derramaba de su almejita al entrar y salir. No sé cuanto tiempo continué clavándome dentro de ella.
- Cuando note de nuevo mi orgasmo ella se había corrido dos veces mas, le grité córrete conmigo mi niña, córrete conmigo.
Seguí follándola hasta que no pude aguantar más. Alma comenzó a moverse al compás de mis envestidas hasta ordeñarme los huevos de nuevo. Cuando mi leche volvió a estrellarse en el fondo de su rajita Alma se corrió apretando mi polla con las paredes de su rajita y prolongando mi corrida más y más hasta elevarme al paraíso.
Nuestras bocas se juntaron enmudeciendo nuestros gritos. De nuevo volví a caer desfallecido sobre su cuerpo.
Pasados unos minutos me eché a un lado saliendo de su cuerpo, Alma se llevó la mano entre sus piernas y se abrazó a mi cuerpo susurrándome al oído que había sido el día mas feliz de su vida la polla algo ensangrentada reposaba sobre las sabanas también manchadas, mas tarde le pregunté como iba a hacer para que no las vieran, ella le quitó importancia ami comentario.
Nos levantamos, nos duchamos y salimos a comer fuera, al caminar Alma se quejaba del dolor que sentía entre sus piernas pero a la vez me decía que teníamos que volver a repetirlo, me comentaba que cuando le contara a su amiga Leyre la polla que había acabado con su virginidad no se lo iba a creer, le dije que no se le ocurriera contarlo, que tuviera cuidado que si sus padres se enteraban que había sido yo podíamos tener problemas los dos, se reía y me prometió no decir con que persona había sido.
También esa tarde la acompañe al ambulatorio a que le dieran la píldora del día después ya que no habíamos tomado precauciones.
De esto han pasado nueve meses y seguimos viéndonos de vez en cuando para retozar juntos Alma me ha hecho prometer que algún día también tengo que ser yo el que desvirgue su otro agujerito, aunque yo prefiero seguir perforando el mismo.