Los relatos publicados en este blog son el recopilatorio de historias y situaciones vividas durante parte de mi vida. Durante algún tiempo me he sentido culpable de alguna de mis relaciones antes de leer en este medio que hay mucha gente con historias similares o parecidas. Mi primera relación de sexo fue antes de cumplir los quince años, la ultima hace unos meses. Algunos de los relatos os parecerán inventados y no os culpo si no habéis vivido alguna situación similar o parecida.

viernes, 30 de abril de 2010

Compañera de trabajo 1ª Parte


Cuando lees un relato o una historia pasan dos cosas; una piensas que es una batallita y no te la crees, otra, que a ti te pasado algo parecido y entonces si te la crees.
Sucedió hace muchos años, por esa época estaba pasando la famosa crisis por la que pasan todos los matrimonios, trabajaba en una multinacional que se dedicaba a la istalación y reparación de instrumentos y maquinaria de laboratorio. Viajaba por casi toda España.
Comenzaba a estar cansado de estar siempre fuera de casa, eso hacia no poder salir con mis amigos ni poder tener relaciones estables, además de no ahorrar nada de dinero,podeis entender en sistos diferentes, con dinero las juergas eran casi diarias.
En esos dias estaba de reparación en una empresa japonesa de Barcelona, y estaban ampliando plantilla, un viernes cuando marchaba después de mi jornada laboral, el jefe de personal, ahora lo llaman (recursos humanos) me llamó y me ofreció entrar en plantilla si me interesaba, el sueldo era el doble de lo que ganaba actualmente y me hizo replanteármelo, pero tenia que darle la contestación en una semana así que decidí cambiar de trabajo. Lo que no sospesé en esos momentos era los turnos de trabajo, tenía que hacer fines de semana y noches, me interesaba en esa época ganar pasta y acepté la oferta.
Me gustaría resaltar que mi ilusión siempre fué terminar la carrera de ingeniero industrial, que por motivos familiares tuve que interrumpir y quedarme en lo que se llamaba antes carrera corta, me faltaban tres asignaturas para convalidar lo que tenia y tener el titulo. El nuevo trabajo me ofrecería la oportunidad de acabarlos.

Un lunes de semana santa me incorpore a mi nuevo trabajo, ese día lo pase de despacho en despacho conociendo a los jefes de departamento que dirigían la empresa, terminada la jornada, me dijeron que al día siguiente a las diez de la noche me incorporaba al laboratorio en el turno de noche. En el turno de noche en el laboratorio solo éramos tres personas en los turnos de mañana y tarde se incorporaban tres personas más que hacían turno partido. Esa primera noche me esperaba el jefe de personal para presentarme a las dos personas que iban a ser mis compañeros a partir de ahora. Francisco que tenia los cuarenta pasados y Pilar una chica de 27 años, morena con unos ojos grandes precioos. Debajo de su bata de trabajo se podia adivinar un cuerpo bonito, ella es la protagonista de esta historia. Después de las presentaciones me dijeron cuales iban a ser mi obligaciones. Por mis conocimientos me dejaron responsable del muestreo de producción y las reacciones químicas de la jornada. Francisco que era el otro compañero se cuidaba de introducir y archivar los datos en un ordenador, un trasto que hoy estará en un museo y de guardar las muestras, Pilar se cuidaba de analizar los productos acabados de salida y las entradas de materias primas.

Esa primera noche se me hizo muy larga, nunca había trabajado de noche y las horas trascurrieron lentas alterminar la jornada camino del aparcamiento coincidi con Pilar. Vestía unos pantalones vaqueros ajustados y una blusa azul, así de calle se veía mucho mas guapa y apaetecible que con la bata, llevaba el pelo recogido en una cola, se veía mucho mas joven y atractiva aunque siempre estaba seria, caminaba y movía el culete de una manera graciosa que hacia que los tíos se la miraran cuando pasaba.
Íbamos conectando poco a poco, Pilar era un chica muy callada algo timida y no daba confianzas, para no tener que pararle los pies a los tios que la desnudaban con la mirada, teniamos una sala donde estaba la maquina del café y de los refrescos, donde se podía fumar cuando el trabajo lo permitía yo no fumaba ni Pilar tampoco, Francisco lo hacia por los tres, nosotros solíamos ir de vez en cuando para desconectar del trabajo, fue allí donde empezamos a hacer amistad aunque Pilar siempre marcaba distancias si le tiraba alguna frase con doble intención, cuando hacíamos el turno de noche solía poner la radio le gustaba escuchar un programa donde la gente llamaba a contar historias que le sucedian, siempre estaba pendiente de los relatos de la gente que llamaba.
Su cara siempre reflejaba tristeza cuando escuchaba alguna historia, eso me hacia pensar que en su vida le había pasado algo, aunque no me atrevía a preguntarle, pasados unos meses una noche que la vi con ojos llorosos me contó su historia, la verdad fue triste escuchar su relato.
En uno de los relatos de la radio una chica decía que había conocido a un compañero de trabajo y se habían enamorado, la chica estaba casada y no sabia que hacer, despues de escucharlo en broma le comenté.

¿Tu creees que te podría pasar a ti algo así?.

Le susurre al oído bajito para que Francisco no lo oyera. Pilar dejo escapar una leve sonrisa, era la primera vez que la vi sonreír, le debió hacer gracia de la manera que se lo pregunté.

Deberias sonrreir mas a menudo, tienes una sonrisa muy bonita.

Le dije levantó la mirada y siguió con lo suyo, pasaron las semanas y poco a poco fué confiando en mi, fuimos intimado, nos hicimos amigos y teníamos largas conversaciones, solíamos hablar cuando Francisco no nos oía decía que no se fiaba de el, que tenia la lengua muy larga. Me contó que tenía dos niñas, que mientras trabajaba las dejaba con sus padres, nunca mencionaba nada de su vida familiar que no fuera de sus niñas, nunca de su marido. Una noche que Francisco faltó al trabajo estábamos en el cuarto de la maquina del café charlando, hacia días que notaba como si me quisiera preguntar algo, esa noche se atrevió.

Si te pregunto algo me vas a decir la verdad?.

Claro, le respondí sorprendido.

No es que me importe pero se comenta en el patio que estas liado con la María.

¿Es verdad.


Me hizo la pregunta sin mirarme, mientras seguía trabajando. Yo le sonreí cuando levanto la mirada, la mire fijamente a los ojos negros, tenia unos ojos grandes presiosospreciosos.

La gente habla mucho, tu me lo as dicho alguna vez.

También podrían pensar si nos vieran hablar ahora lo mismo.

¿no crees?.


Le dije sonriendo. Al oír mi respuesta noté en su cara un leve rubor, no pudimos seguir hablando de ese tema porque entraba un operario a la sala.
Pasados unos dias aprovechando que nos habiamos quedado solos unos minutos, le pregunte.

Pilar, porque me preguntaste lo de maria la otra noche?

Ella sin mirame me dijo que me olvidara como si no lo hubiera oido.
Habían pasado varios meses que trabajábamos juntos y ella se mostraba mas abierta, los lunes cuando finalizábamos el turno de noche nos íbamos a desayunar a una gasolinera que había en la salida del polígono industrial donde estaba ubicada la fábrica. Nos quedamos hablando hasta las ocho y media mas o menos a esa hora Pilar se levantaba y decía que iba a llevar las niñas al colegio, nos despedíamos con un, hasta el jueves que tengas una buena semana. No conocía gran cosa de su vida privada, nunca hablaba de ello ni yo le preguntaba, conocí a sus dos hijas porque un día me la encontré por la calle y me las presentó, Nuria la mayor era morena, como ella con unos ojos negros grandes la pequeña se llamaba Laura y era rubia delgadita y unos ojos azules preciosos, no se parecía en nada a su hermana ni a su madre, supuse que habría salido al padre, una noche que estábamos en el cuarto del café le pregunté.

Pilar dime una cosa.

¿Eres feliz?.

Tardo en en contestar finalmente dijo.

Noooo.

Hace más de tres años que vivimos separados con mi marido.

¿Estáis divorciados?.

Nooo.

Solo separados.

El se fué a vivir en casa de sus padres.

Donde viven mis padres el edificio tiene dos plantas, abajo viven ellos y arriba vivíamos nosotros.

Ahora vivo yo con las niñas.


Como siempre sucedía tuvimos que cortar la conversación porque venía gente.
Ese día hablábamos de muchos temas, ese día ella tenia ganas de hablar, intuía que le había pasado algo en su matrimonio, sin darnos cuenta paso el tiempo, cuando vi el reloj de la cafetería eran casi las nueve, le comenté.

As visto la hora que es.

Se levantó y fue al teléfono que estaba en un rincón de la cafetería, al cabo de unos minutos volvió se sentó de nuevo a la mesa.

Ya no llego a tiempo, Las llevará mi madre.

¿Qué le as dicho?

Que tenía una reunión de trabajo,y quellegaré más tarde.

¿Le as mentido a tu madre?

le dije sonriendo.

Nooó sonrio mientras apuraba su taza de cafe.

Solo no le he dicho la verdad.


Y volvió a sonreír. Por primera vez veía su cara alegre y una sonrisa en sus ojos.

Seguimos un buen rato hablando de temas diversos, en un momento de la conversación levanto la mirada. Me miró muy seria.

¿Me vas a decir la verdad?

Claro,siempre te la digo.

¡¡pregunta!!.

¿Estás o no estás liado con María?.

esta vez me miró fijamente a los ojos, su pregunta me descolocó un poco.

¡¡Queeee?!!.

¿Sales con María si o no?.

Salir no salgo.

Nunca hemos salido en serio.

Somos solo amigos.

¿Te ves con ella fuera de la fabrica?.


En el patio todo el mundo lo comenta, me dijo antes de que contestara.

¿Le vas a hacer caso a la gente del patio?.

Ni le hago ni dejo de hacerlo.

Te lo pregunto a ti.

Javier solo me gustaría si quieres saber si es verdad.

Si estas o no liado con ella.

Intente desviar el tema para no tener que contestarle.

¿me lo vas decir?.

Siguió mirandome seria y a los ojos.

Si no quieres hacerlo no pasa nada.

Intentó levantarse de la silla, le sujeté la mano para que se volviera a sentar.

Espera por favor.

Se volvió sentar.

¡¡Pilar!!.

María no es nada en mi vida.

Hemos salido algunas veces a tomar algo juntos, es verdad que ella quiere algo mas, pero yo no. Me llama alguna vez pero ya no me apetece verla.

Esta casada y no quiero líos, ademas me gusta otra chica.


Vi en su mirada que no le habia gustado mi respuesta y volvia a levantarse para marcharse, esta vez no la sujeté, intentaba ponerse el abrigo de espaldas a mi.

Esa chica eres tu..

Tardó unos segundos en reacionar.Finalmente me dijo muy seria.

No me gustaría que me mintieras ni jugaras conmigo.

No lo hago. hace tiempo que queria decirtelo pero no me atrevia por miedo a que dejaras de hablarme.

Ni quiero que esto cambie nuestra amistad.


No es que quiera meterme en tu vida ni en lo que haces, perdona si te ha molestado me dijo muy seria.

No lo as hecho.


Le respondí cogiéndole la mano, note como si le hubiera dado un pinchazo, como si quisiera retirarla, pero no lo izo.

¿Estas bien?.

Siii.


Respondió, los dos nos quedamos callados mirandonos durante unos segundos, yo seguía con su mano entre las mías, las miradas fijas uno en el otro.
Se volvió a levantar con intención de marcharse.

¿No le has dicho a tu madre que no iras hasta mas tarde?.

Si te vas ahora va a pensar que te ha pasado algo, y no querrás preocuparla le comenté sonriendo.

¿Porque no vamos al cine a ver la pelicula que estrenaron el viernes y pasamos la mañana?

Se me quedó mirando fijamente.

¿Y porque no vamos a algún sitio y hacemos el amor hasta que nos cansemos?.

Me quedé sin saber que decir. La miré sorprendido pensando que era una broma, me volvió a sonreír.

Veo que no es buena idea.

¡¡¡¿Lo dices en serio?!!!.

Balbucee con la voz entre cortada.

Es que no se si he oído bien. ¿me lo repites?.

Que me gustaría ir a hacer el amor contigo si tu quieres.

¿Lo as oído bien ahora?.

Seguía sonriendo. Aun hoy después de mas de 30 años no me lo acabo de creer, me entro tembleque por todo el cuerpo, la mujer que desde el primer día que la vi me hacia soñar despierto me acababa de pedir ir a hacer el amor, una chica que siempre la vi inalcanzable me estaba proponiendo pasar la mañana juntos.
¡¡¡¿Era verdad!!! o lo estaba soñando?.

A veces me pregunto que puedo tener que casi siempre que he ligado, han sido ellas las que me han tirado los tejos, no soy un guaperas ni cuerpo de gimnasio, algo debo tener. Supongo que será el respeto que siento por el sexo femenino, que puedo ser su amigo por encima de lo demás.
Cuando encuentro una mujer que me gusta y decido conquistarla me da con la puerta en las narices. jajaja.
Despues de un ratito que necesité para reponerme del sofoco volvió a decirme.

Solo te ido una cosa.

Que no vayamos a un sitio en el que ayas estado antes con otra.

Me decia sonriendo mientras nos acariciabamos con las miradas.

En la autopista hay un hotel, si quieres vamos allí.


¿Has estado alguna vez?.

Nooo.

No me lo puedo permitir, es muy caro.

Le dije sonriendo.

Valeee. Lo pagamos a medias.


Me dijo devolviéndome la sonrisa.
Aquí dejare la primera parte, pronto sabras como acabo la historia. SEGUIR LEYENDO 2ª PARTE.

Compañera de trabajo 2ª Parte


Salimos del bar y fuimos hacia mi coche, le abrí la puerta, al pasar nos rozamos, respiré su perfume, la sujeté del brazo con una de mis manos con la otra levante su cara, casi sin rozarla sentí sus labios en mis labios, le susurré al oído, estas preciosa. Todo mi cuerpo temblaba.
Ese día Pilar estaba espectacular vestía una blusa roja y un pantalón muy ajustado de licra de color negro que le ceñían las curvas y piernas, descubriendo en ella un físico notable, no era un bellezon pero muy atractiva. Además de unas zapatillas de tacón alto, que la hacían lucir muy sexy. Puse el coche en marcha y nos dirigimos hacia la autopista camino del Hotel.
En el aparcamiento del hotel la volví a besar esta vez fue un beso mas largo, pude sentir sus pechos contra mi cuerpo, lo que me puso mas caliente. Se sentían suaves y firmes a la vez. Lo que más me turbó fue sentir el calor de su cuerpo tibio y cálido. Su pierna tropezó con el bulto de mi pene aprisionado dentro del pantalón, ella lo notó y me lanzó una mirad traviesa, como preguntándome si ella era la razón, con una mirada igual le contesté que sí. Quedamos parados, uno frente al otro, mirándonos fijamente a los ojos, el deseo se adivinaba en nuestras miradas.La abracé y la besé en la boca ella se entregó más y más.. No pude evitarlo y comencé a acariciarla, ella se me pegaba y yo le repegaba mi verga erecta que deseaba ser liberada y acariciaba por sus manos. Yo le hablaba al oído y le dije que tenia muchas ganas de comérmela entera, que siempre me había gustado y la deseaba,que no me había atrevido por miedo a perder su amistad.
Pilar miró el bulto del pantalón y con una sonrisa picara y estirándome de la mano. ,,,Vamos a dentro anda,,,.

Cogidos de la mano entramos en el Hotel, subimos a la tercera planta donde nos dieron la habitación, nada más cerrar la puerta nos abrazamos y seguimos besándonos con ardor.
Le pasaba la lengua por el cuello, eso la ponía a mil, de ahí pasé al lóbulo de su oreja, lo succionaba suave de manera frenética. Sus pequeños suspiros me hacían delirar, la respiración tanto de ella como la mía era cada vez más rápida ver sus ojos cerrados y su picara sonrisa me hacía sentir que estaba haciendo las cosas bien.
Mientras seguía besándola, aproveché y con la mano derecha empecé a acariciar su cintura por debajo de la blusa, seguí subiendo, quería llegar a sus pechos, los acaricie por encima del sujetador, le comenté al oído. ¿Sigo?.....
Si paras te mato. me respondió sonriendo, siguió apretándose y ofreciéndome sus labios.
La abrazaba por detrás y le besaba el cuello y mordisqueaba cariñosamente. Mi pene seguía creciendo y empezaba a dolerme al estar aprisionado en los pantalones, Pilar se retorcía apretándose mi cuerpo suspirando y dejando salir algún gritito de placer, mis manos exploraban su cuerpo por encima de la ropa y comencé a desabrochar los botones de la blusa, Pilar mantenía los ojos cerrados mientras la acariciaba yo la veía reflejada en un espejo que había en la pared, la blusa callo al suelo quedando en sujetador, la gire suavemente mientras seguía besándole los hombros y el cuello hasta quedar abrazados de frente.
En ese momento pude sentir sus pechos contra mi cuerpo, lo que me puso mas exitado. Se sentían suaves y duros. Lo que más me turbó fue sentir el calor de su cuerpo tibio y cálido, quedamos, uno frente al otro, mirándonos fijamente a los ojos, pase mis manos a su espalda intentando desabrochar el cierre del sujetador, ella me subíó la camiseta dejando que nuestros cuerpos por primera vez se apretaran piel contra piel, al primer intento el cierre del sujetador se abrió cosa que me alegró, hay veces que se niegan a abrirse. Bajó los brazos quedaron ante mi vista dos pechos bonitos jamás imaginé que los tuviera tan bonitos, suaves, duros, con unos pezones oscuros y erectos, volví a ponerme detrás de ella empecé a acariciarla de la cintura hacia los pechos, me excitaba el tacto de su piel suave, sus grititos de placer su cuerpo se restregaba con el mío. Empecé a bajarle los pantalones mientras la besaba y pasaba la lengua pos su cuello, las manos acariciaban su cintura desnuda, solo llevaba puesto un minúsculo tanguita color morado clarito, la seguía viendo por el espejo, seguí acariciándola y besando, ella tenia sus manos apretadas a mis piernas le di la vuelta, me separe de ella unos centímetros para poder mirarla desnuda, ,,,tienes el cuerpo mas bonito que jamás había imaginado,,, Pilar me desabrochó el cinturón y bajó la cremallera de mis pantalones hasta dejar libre mi pene que se mostró ante ella firme y desafiante, no llevaba ropa interior, no me gusta ponerme la misma después de ducharme casi siempre me llevaba una para cambiarme después de ducharme ese día no me acordé, termine de quitarme los pantalones, la abrase por detrás apretandola a mi cuerpo, noto como mi sexo caliente se restregaba entre sus piernas, mis manos intentaban romper las cintas del tanga, jugueteaban con los rizos de sus pubis sin llegar a donde tanto deseaba llegar, rompí las cintas, y la minúscula prenda calló al suelo, su cuerpo desnudo quedó ante mi, tenia un cuerpo precioso, un pubis rizado negro y muy bien cuidado, la estaba viendo totalmente desnuda reflejada en el espejo de la pared, ella seguía con los ojos cerrados con la cabeza hacia atrás y apretándose a mi cuerpo, disfrutando de mis caricias ella deseaba llevar la mano hacia mi pene pero no se atrevía, cogi su mano y la guíe hasta tocarla, estaba dura y muy hinchada, sentía dolor en los testículos de lo excitado que estaba, ella al notarla la apretó con su mano soltando suspiros al notar el capullo lo gordo que estaba, se giró hasta quedar los dos frente a frente abrazados, seguíamos besándonos apasionadamente, las lenguas se entrelazaban. El pene se enredaba en los rizos de su sexo, ella suspiraba y se apretaba, la levante en mis brazos mientras la besaba y la deje encima de la cama, era una mujer guapísima, y la tenia estirada en la cama esperando mis caricias, le desabroché los zapatos que aun llevaba puestos, y fui besándola desde los pies hasta el cuello, le pasaba la lengua la mordisqueaba hasta volverla loca, pero si llegar a su sexo.
Mis deseos me pedían tomarla ya, penetrarla, hacerla mía salvajemente pero mi cabeza me decía que no tuviera prisa, que fuera tranquilo, pero hay partes del cuerpo que les cuesta mucho reprimirse, podeis imaginar cuales.
Teníamos todo el día para nosotros, seguíamos acariciándonos y besándonos, estaba que echaba fuego me costaba aguantarme para no correrme pero me aguantaba, quería hacerle sentir lo que nunca había sentido, en alguna ocasión habíamos hablado de sexo me había comentado que nunca había sentido todo eso que se lee en los libros, yo no es que fuera un experto pero sabia que este primer encuentro tenia que ser muy pacentero, dependía de esa primera vez que hubiera otros encuentros, tenía que hacer un gran esfuerzo para no penetrarla teniendo ante mi un cuerpesito tan apetecible, recorrí todo su cuerpo de arriba abajo recreándome en sus pechos, en sus pezones, su cuello, sus piernas, cuando la besaba en el interior de sus piernas y sus ingles ella apoyaba sus pies en la cama y levantaba su cuerpo mientas sus manos se agarraban a la cama, la oía gemir y suspirar, de vez encunado se escapaba de su garganta alguna frase entrecortaba, notaba como cada vez se iba excitando mas cuando pasaba mi lengua por sus ingles podía sentir el calor de su sexo, se retorcía de placer, no pude aguantar mas empecé a jugar con mi lengua con los rizos de su pubis hasta llegar a la entrada de su sexo que al notar el contacto de mi lengua recibió como una descarga se le escapó un gritito de placer, seguí besándola, lamiendo su cuerpo note en mis labios su sexo húmedo,mojado lo bese como si besara su boca mientras mi nariz hurgaba en su clitoris que sobresalía en la parte superior de su rajita. Sentía como se retorcía como suspiraba, gemía suplicaba ,,,Nooooo Noooo yaaa yaaaa ahhhhhhh ahhhhh y en mi boca recogí la miel de su orgasmo, la seguí besando metiendo la lengua lo mas profundo que podía, pase las manos por debajo de su cuerpo para atraerla hacia mi y que la penetración de mi lengua fuera lo mas profunda posible. Pilar se corrió dos veces seguidas hasta quedar exhausta suspirando fuerte y quedando inmóvil, agotada, la abracé y la besé en la boca quedamos apretados unos minutos quietos, ella tenia entre sus manos mi pene, le dije en broma al oído ,,,Tienes miedo que se escape?,,,.,,,El pobrecito tiene miedo,,,.,,,¿No notas como tiembla?,,, le dije mirándola con una leve sonrisa, me miró con los ojos medio cerrados del placer, me beso, un beso apasionado. Mi pene seguía duro, no podía estarlo mas, los testículos me dolían de hinchados, empecé a besar de nuevo su cuerpo desde sus pechos hasta los pies, pase mi lengua por todo su cuerpo me incorporé y me puse sobre ella cogí mi pene con una mano sobre la entrada de su sexo y se lo restregaba sobre sus rizos hasta tocar la entrada de su sexo que sentía húmedo de la corrida anterior, la punta del pene hurgaba entre sus piernas, muy hinchado y a punto de explotar.

Ella al sentir como se lo restregaba suspiraba y gemía, con mi mano le llevé la entrada y presione un poco hasta notar que su rajita cedía y empezaba a hundirse dentro de su sexo, ella me clavaba sus uñas en la espalda y se retorcía de placer al notar como el pene se iba abriendo camino, mi pene se notaba apretado su sexo era estrecho, que tres años son muchos años sin que nadie lo profanara, gemía y me invitaba a que siguiera, lentamente fui entrando hasta notar como los testículos presionaban sobre cuerpo, lentamente la sacaba y la volvía a meter hasta el fondo jugaba en su entrada como si quisiera sacarla del todo, ella apretaba mi cuerpo para que no lo hiciera y de nuevo se la volvía a meter toda hasta el fondo, así durante muchos minutos los gemidos de Pilar cada vez eran mas fuertes los suspiros llenaban la habitación yo cada vez me sentía mas excitado, me costaba aguantarme hasta que note en mi cuerpo como algo explotaba en mi cabeza y bajaba por todo mi cuerpo hasta llegar a mis testículos, note como se oprimían, como algo esperaba solo la orden de salida para dispararse, los gritos de Pilar hicieron que esa orden se ejecutara, ella estaba volviendo a correrse de nuevo, sentí como el pene se humedecía y resbalaba dentro de su cuerpo, como arqueaba su cuerpo hacia arriba y sus piernas se cruzaban en mi espalda una sacudida hizo que sintiera como mis fuerzas se iban relajando y depositaba en su interior todo mis deseos acomunados, ella se movía y gritaba de placer, suspiraba, gemía decía masssss masssss masssssssssss freses que mis oídos en esos momentos no llegaban a oir, cada vez que hacia una descarga ella dejaba ir un gemido de placer, así,, hasta quedar los dos exhaustos abrazados, sudados y con las pulsaciones del corazón al máximo a punto del infarto.
No se cuanto rato estuvimos porque casi perdimos el sentido los dos, cuando empecé a volver de nuevo a este mundo note como mi pecho estaba húmedo le cogí la cara a Pilar, le pregunté que le pasaba vi que tenia los ojos llorosos, que había estado llorando levante su barbilla. ¡¡¡,,,Que te pasa,,,!!! ¿,,,te pasa algo?,,,¿,,, porque lloras?,,,. Su respuesta fue. Por nada y volvió a dejar su cabeza sobre mi pecho. ¿,,,Te arrepientes de haber venido,,,?,,,De estar aquí conmigo,,?? Noooo, su respuesta. ,,,No se que me ha pasado, me han entrado ganas de llorar sin saber porque,,,¿sabes?,,, antes ha habido un momento que casi he perdido el sentido, he visto como todo blanco, que me faltaba la respiración, me he asustado y me han entrado ganas de llorar,,,.,,,Nunca he sentido algo así, aun estoy temblando, ¿no lo notas,,,. La verdad es que siii, que estaba temblando, la abrace fuerte y tape con la sabana para que se le pasara, después de descansar un rato nos levantamos, teníamos la boca seca, fuimos a la nevera de la habitación, volvimos a la cama contentos y felices, Pilar empezó a juguetear con mi pene, ,,,Estate quieta que la vas a poner nerviosa otra vez y te voy a hacer temblar otra vez y te vas a desmayar ,,,.,,,Siiii,,,.,,,no me digas,,, me cogia los testículos y los apretaba. ,,,Pobrecitos se han quedado vacíos,,,.jajajaja, se reía, ,,,eso crees tu, que están vacíos,,,Mientras hablábamos seguía masajeándolos hasta que el pene se despertó de nuevo y empezó a ponerse duro. ,,,vess lo que as conseguido,,.,,,pues algo habrá que hace contestór,,, jajajaj. Se dió la vuelta y se puso encima con las piernas a cada lado de mi cuerpo, se alzó sobre sus rodillas, con una mano cogió el pene la guió hasta que encontró el camino se fue dejando caer hasta que entró toda hasta el fondo, el camino estaba esta vez lubricado. Pilar volvía a sentirse llena, no podía entrar mas.,,,Siento que me toca en el fondo ahhhhhh como me gusta sentirme llena,,,que gusto por dios,,,nunca había hecho el amor como lo estoy haciendo contigo,, no imaginaba que se pudiera sentir tanto placer,,,decía mientra se levantaba y se la volvía a meter hasta el fondo.
Esta vez ella llevaba el control veía los gestos de placer de su cara, cogió mis manos y las llevó a sus pechos, deseaba que le acariciara los pechos, la notaba muy excitada, su sexo oprimía el mio como una aspiradora al levantarse para dejarse caer de nuevo. Después de unos minutos oí como me decía, cariño me voy a correr otra vez ahhhhh ahhhhhh, seguía moviéndose cada vez mas rápido se apretaba como si pudiera entrar mas me aplastaba los testículos contra la entrada de su sexo, empecé a sentir que me iba a correr de nuevo, le apretaba los pechos, le pellizcaba los pezones.,,,siguee,,,,sigueeeeeeee me decía casi a gritos dame mas fuerte masss masss .,,,así asiiii sigueeee masss massss pedía mas pero no podía entrar mas, me corrrooo, susurraba en mis oídos que buenoo que buenoo, soltó un grito y se desplomo sobre mii, jadeando y suspirando, nos habíamos vuelto a correr los dos, yo ya llevaba tres veces ella cuatro o cinco no los conté estábamos jadeando sudorosos los dos pero la felicidad se reflejaba en nuestros rostros.
Nos duchamos juntos y hasta jugamos un rato dentro la bañera, de pie volvimos a hacerlo, pero no llegamos corrernos era incomoda la bañera decidimos dejarlo para otro día, Pilar decía que se sentía adolorida. Nos vestimos sin prisas bajamos a la cafetería a comer algo cuando se ponía el sol nos marchamos, dentro del coche seguimos un buen rato hablando, besándonos y comentando temas que hasta ese día no habíamos tocado, decidimos ir cada uno para su casa aunque ese día nos costo mucho separarnos hubiéramos deseado que fuera eterno.

Hubo muchos lunes como este, y martes y todos los días de la semana, éramos felices los dos con nuestra relación así estuvimos casi tres años. Una noche en el trabajo cuando faltaba una semana para navidad me miro a los ojos fijamente y me dijo que se iba de la fabrica, que había encontrado un trabajo mejor donde no tenia que trabajar noches ni fines de semana y así podría estar mas tiempo con sus hijas, no la creí debía haber otra razón, no se lo oregunté. Los últimos tres meses la noté seria, rara, nunca habíamos discutido ni peleado no había pasado nada pero la sentía ausente. Cuando estábamos juntos estaba bien, cuando volvía al día siguiente la volvía a notar seria.

El día veinte y tres de diciembre acabábamos el cómputo de horas y no teníamos que volver hasta el siete de Enero del nuevo año. Ella se despidió de la gente ese día, Cuando salimos a las diez de la noche paramos donde siempre lo hacíamos, nunca he sabido de su boca porque no me dijo la verdad de su marcha, siempre fui franco y honesto con ella, nunca hubo presiones ni obligaciones fue lo primero que decidimos de común acuerdo cuando empezamos la relación, mi conciencia estaba tranquila, no había hecho nada que pudiera molestarla ni dañarla y eso me dejaba algo confuso que no entendí durante muchos años.
Después de estar mas de una hora hablando, llorando los dos, me hizo prometer que nunca intentaría buscarla, ni llamarla, ni hacer por verla, que si de verdad la quería, si quería lo mejor para ella que se lo prometiera, me dijo que no pensara cosas raras, que era una decisión muy meditada que hacia días estaba pensando que le habia costado coger la decisión, que era lo mejor para los dos. Fue el último día que que roce su cuerpo y bese su boca. Hoy aun cierro los ojos y puedo sentir el olor de su perfume. No se si estuve enamorado de ella o no, siempre en mis relaciones he buscado el amor, lo que he leído en los libros de poemas, ese sentimiento que los escritores relatan sobre el amor.
Pasaron ocho años sin saber nada de ella, un día alguien comentó que la había visto, que tenía una tienda de ropa en una zona de las mas lujosas de la ciudad, que había hablado con ella, que le había comentado que tenia un niño de unos siete ocho años. Muchas veces me tentó la curiosidad de volver a verla, de pasar por la puerta de la tienda, pero resistí la tentación. Aunque no me hubiera gustado verla con otra persona. Pasaron unos años mas y una noche estaba tomando unas cañas con unos compañeros en un local de su ciudad, habíamos salido a un un mitin político, estaba en la barra con unos amigos y del fondo del local donde había mesas la vi de frente que salía acompañada de su hija mayor y un chico de la edad de su hija, nos mirarnos de frente a unos tres o cuatro metros, creo que con el pensamiento quisimos decirnos algo, pero las palabras no surgieron de la garganta de ninguno de los dos, salio del local caminaba hacia una plaza que había enfrente del local, la seguí con la mirada, mientras se alejaba, estaba igual de guapa, seguía teniendo ese caminar gracioso y un cuerpo juvenil y bonito. Mientras la veía caminar volvieron a mi cabeza las vivencias y recuerdos de los casi tres años de relación, antes de desaparecer por la esquina la vi girar su cabeza hacia la entrada del local, se toparon de nuevo nuestras miradas. Aprecié en su semblante una leve sonrisa y de sus ojos la mirada que yo conocía bien y que tantos ratos felices habíamos compartido.
Han pasado más de treinta años, y no he vuelto ni a verla ni a saber nada más de ella, pero los recuerdos siguen tan vivos en mi cabeza que parecen que fueron la semana pasada, hoy cuando puedo reflexionar desde la serenidad y la tranquilidad aun no tengo la seguridad de cuales fueron nuestros sentimientos solo sé que no tiene pareja, que vive sola en su casa de siempre, que estará disfrutando de sus hijos y a lo mejor ya nietos.
Quizás es un relato muy largo, pero me es imposible poder relatarlo sin dejar de relatar las vivencias a su lado. Quizás en otra ocasión os cuente alguna cosa más sobre esta historia…
¿¿VERDAD O FANTASÁ?? Ahí lo dejo..

sábado, 3 de abril de 2010

Mi misteriosa dama.¿Existe?



Hace mas de veinte años. Me encontraba en un pueblecito de costa totalmente solo y disfrutando cada minuto de esta soledad como si fuera uno de los últimos de mi vida tenía unos días de fiesta entre semana debido a los turnos rotativos que hago en mi trabajo. Atrás se dejé el agobio del trabajo y de la ciudad, el implacable horario de trabajo y ese montón de cosas que estructuran una vida, la mía, y de las que en algún momento hay que huir, aunque sea por unos días, para reflexionar tomar fuerzas y un nuevo impulso. Este estado de ánimo, me impulsó, coger el coche, un liviano equipaje y dirigirme a la costa brava para intentar poner en orden algunas cosas que me daban vueltas en la cabeza.
El lugar que elegí para mi retiro físico-espiritual, era un pueblo pequeño, anteriormente pesquero y que ahora vivía del turismo estacional y de los ingresos que le reportaba el estar situado en una zona de especial atención medioambiental. El pueblo disponía de unas pocas casas de planta baja, algún bar especializado en pescado fresco y un hotelito pequeño frente al mar que fue donde encontré hospedaje por unos días. El hotelito estaba regentado por una familia muy agradable y el trato era correcto y muy amable. Llegué a sentirme como uno de más de la familia.
Por la mañana me levantaba pronto, he de decir que también me acostaba muy temprano, nada de televisión era el mes de marzo y por las noches el pueblo se quedaba muy tranquilo. A mí eso me venía fenomenal, porque había venido a descansar y además, así aprovechaba plenamente la mañana del día siguiente. Los días eran muy cortos y oscurecía muy rápidamente. Como he dicho, me despertaba temprano, cogía el coche y me marchaba a visitar algunos de los interesantes lugares que recordaba de anteriores visitas y algunos nuevos que me recomendaba la dueña del hotel o alguno de sus hijos. Aquel era mi último día y me dispuse a seguir la carretera que bordeando la costa me llevaba hacia el Este. La carretera era muy estrecha y serpenteante. Presentaba muy poca circulación, creo que solamente me crucé, en todo el camino de ida, con un pequeño camión de reparto y no necesité efectuar ningún adelantamiento. El viaje fue una gozada, pude viajar totalmente abstraído en mis pensamientos y disfrutando de las vistas del mar y de las montañas que venían a morir en sus aguas. A media mañana me paré en una pequeña barriada de pescadores para descansar un poco, y comprar algunos suministros para la comida. Había pensado acercarme a una pequeña playa que ya conocía y de la que tenía muy buenos recuerdos. Deseaba pasar el día oyendo únicamente el rumor de las olas y viendo naturaleza desnuda, alejado de toda huella humana. Hablé con algunas personas que había en un establecimiento medio bar medio tienda de comestibles, hice la compra y me dispuse a seguir mi camino. Una hora más tarde llegué a una pequeña explanada apartada, en el que debía dejar el coche y cargar con la bolsa de las provisiones. Desde allí hasta la cala tendría que caminar unos 15 o 20 minutos. Sin más dilación me puse en marcha y por pequeñas torrenteras que habían erosionado la ladera de la montaña fui descendiendo rápidamente hasta la playa, a la vez que disfrutaba de un silencio tan profundo como ya no recordaba. De vez en cuando alguna gaviota, planeando sobre la suave brisa, me sobrevolaba como amable anfitriona que me viniera a recibir dándome la bienvenida. Llevaba ya un buen rato caminando cuando, el rumor del mar rompió el silencio y antes de ser visto, me anunció su presencia. Tras una cerrada curva, el mar se abrió ante mí en todo su esplendor. Aunque no hacía mucho viento, el mar estaba algo alborotado y un sin fin de olas avanzaban hacia la orilla subiéndose unas sobre las otras, en una danza interminable. Mirando desde la arena, que era blanca y gruesa muy de mi gusto, y en el centro de la playa, destacaba una gran roca que surgía poderosa del mar y que luchaba a brazo partido con el romper de las incesantes olas. Éstas a cada embate rugían y saltaban enloquecidas, transformadas en increíbles penachos de espuma con los que el viento jugaba a su antojo. Viendo esta maravillosa, imagen recordé con pesar, que no había cogido la cámara de fotos. Pensé, y eso me reconfortó, que lo mejor era llevarme las imágenes en la retina y disfrutar de ellas intensamente. Busqué un lugar resguardado en el que pudiese gozar de unas vistas más abiertas y no pegara mucho el aire y allí me coloqué. Al principio pensé que estaba solo pero una vez acomodado, observé que alguien, desde luego con mucho valor, nadaba de lado a lado de la playa desafiando el ir y venir de las impetuosas olas. Me entretuve un momento observando la lucha de quien luchaba con el oleaje y me dispuse a cuenta de las viandas pues no había desayunado nada.
Estaba en ello cuando vi. salir del agua la intrépida persona que a pesar de las desafiantes olas y la seguramente fría temperatura del agua, se había dado ese atrevido chapuzón. Era una chica joven, de pelo moreno, largo y algo rizado. Era alta y esbelta, con un cuerpo hermoso y unos movimientos graciosos y ligeros. Estaba desnuda y con las dos manos y sobre uno de sus hombros escurría sus cabellos mientras se dirigía caminando por la orilla al extremo de la playa opuesto al que yo ocupaba. Esa imagen de tan bella desnudez, junto al color turquesa del mar, el azul intenso del cielo y los tonos cálidos de la montaña, me produjo una grata impresión. Me tumbé boca arriba para sentir como el sol suavemente me regalaba su calor. Tocaba sestear un rato pero no podía quitar de mi imaginación el cuerpo de aquella chica, además su físico me recordaba a alguien pero en esos momentos no sabia a quien, quizás alguna actriz o cantante, intenté sacar su imagen de mi cabeza y dormitar un rato.
Estaba cayendo dulcemente en los brazos de Morfeo, cuando sentí una presencia cerca de mí, abrí los ojos y junto a mí se encontraba mi vecina de playa.
Llevaba por todo vestido un vaporoso pañuelo estampado, cogido por encima del pecho que le cubría hasta un poco más arriba de sus rodillas. Iba desnuda y el pañuelo apenas disimulaba las aureolas de sus preciosos pezones y sus maravillosas curvas. El pelo, que era de un color negro azabache, lo llevaba recogido en una especie de moño informal sujetado con un pasador de madera. Era muy guapa, tenía los ojos muy vivos y de un precioso color miel y además de sus marcados pómulos destacaba en su rostro una boca grande con unos exuberantes y sensuales labios rosados. Sus orejas eran pequeñas y muy bien formadas. Con mucha educación se dirigió a mí y me preguntó si pretendía bañarme. Yo me incorporé y no supe que decir. Su enorme belleza y esa pregunta tan directa e inesperada, me dejaron durante unos instantes totalmente desorientado. Reaccioné y le dije que creía que no me bañaría, pues el agua debía estar muy fría y con tanto oleaje no me apetecía además no ser un experto nadador. Su piel era muy morena, de un moreno exagerado, se quedó mirándome con una mirada profunda, y me respondió que hacía muy bien en no bañarme ese día. Aunque la situación me tenía un poco aturdido, intentando mostrar normalidad le comenté, en broma, que si decidía bañarme le avisaría para que me observara y ayudara en caso de que fuera necesario. La nombraba mi vigilante de la playa particular. Ella sonrió, se arrodilló en la arena y acercándose hacia mí y casi al oído me dijo como se llamaba,digamos que se llamaba Maria.
Su cabeza me ocultó el Sol y con su cuerpo a contraluz depositó un precioso beso en mis labios. No me había recuperado de la sorpresa del primer beso, cuando de nuevo posó sus voluptuosos labios sobre los míos y me volvió a besar de nuevo con suavidad, pero esta vez de forma profunda. ¿Esto estaba ocurriendo en realidad o era un sueño?, se incorporó, me dio las gracias y se marchó a pasear por la orilla de la playa. Sus labios me parecieron fríos y su lengua dejó en mi boca un agradable sabor a sal y frescor de algas marinas. Me quedé absorto contemplándola. Caminaba ensimismada por el rompeolas y de vez en cuando, se paraba para recoger tal vez alguna piedra o quizás conchas y caracolas que encontraba a su paso. Recorría la playa de un extremo a otro y cuando volvió a la altura del lugar que yo ocupaba, me miró y me regaló su preciosa sonrisa.
La tarde estaba decayendo el sol se marchaba por el horizonte y con ella mis mini vacaciones. Mañana saldría de vuelta y a estas horas, seguramente estaría ya en casa pensando en incorporarme a mi trabajo.
La idea me deprimía terriblemente. Me levanté y me dirigí hacia una roca que había en el extremo de la playa donde rompían las olas para dar un paseo y de paso intentar charlar con mi misteriosa compañera de playa. Ella estaba de espaldas a la arena y abstraída, mirando el ir y venir de las olas. Suavemente la estreché por detrás acariciando su cintura, (ella no se sorprendió, supongo que me vio acercarme, y me estaba esperando), le tomé los brazos por delante y al oído le susurré te deseo mi sirena. Se dejó abrazar y agarrándome a su vez las manos iniciaron una deliciosa danza, que consistía en un suave movimiento pendular y girado de los dos cuerpos estrechamente unidos. La dije que se viniera conmigo, pero me dijo que eso no era posible.
Con voz suplicante y melosa, me rogó que me quedara esa noche con ella en la playa. Supuse que hablaba en broma,iba a decir algo, cuando suavemente posó el dedo índice de su mano derecha en mis labios y me impuso silencio. Tengo una pequeña tienda de campaña y un saco donde podemos pasar la noche, me dijo. Esta noche no deseo pasarla sola, ¿quieres pasarla conmigo?. Yo sabía que en las playas no se puede pernoctar y lo mas provable es que viniera la guardia civil y nos hechara, además no teníamos nda de comida para pasar la noche y así se lo dije. Ella, haciendo oídos sordos, me preguntó si tenía agua potable, le dije que era de lo poco que me quedaba de la compra que había hecho por la mañana. Me miró y sonriéndome obstinada me dijo: no necesitamos mas,nos quedamos.
Montamos la tienda cuando la noche empezaba a caer. Abrazados, contemplamos un hermoso atardecer, pudimos ver como el cielo de una transparencia casi mágica, nos obsequiaba con una maravillosa luna en creciente rodeada de infinitos puntos luminosos. Ella me nombró numerosas constelaciones, explicándome el origen de sus nombres, yo sólo la interrumpía para decirle que se viniese conmigo. Se lo sugerí tantas veces como estrellas había en el cielo y siempre obtenía la misma respuesta: no es posible, no es posible. Una gran tristeza se apoderaba de mí, intentando recordar donde había visto yo antes a esa chica pues estaba convencido que la había visto, le rogaba que me diese una explicación a su negativa. Ella me dijo que me lo contaría más adelante, en otro momento. Cansados y con frío nos introdujimos en la pequeña tienda. En el silencio de la noche, aunque la tienda estaba cerrada, los sonidos de algunos animalillos que aprovechaban la noche para comenzar su frenética actividad, me ponían un poco nervioso. María me calmaba y me transmitía seguridad, ( me decía que estubiera tranquilo que había hecho mucha acampada libre). Nos metimos en el saco de dormir desnudos, yo intente hacerlo con la ropa interior pero ella me sugerio que me los quitara que desnudo era mejor para coger calor, pues la noche se estaba poniendo fresquita de verdad, eran los ultimos dias del mes de mayo. Me apreté a su espalda y comencé a acariciar y besar su cuello y espalda, primero fue el cuello, después sus hombros y finalmente todo su precioso cuerpo. Los besos se alternaban con mordisquitos suaves, el tacto de los labios y a veces la presión de los dientes, producían en María placenteras sensaciones que hacían que su cuerpo se arquease unas veces a un lado, otras al otro de forma involuntaria. Se giró y sonriendo se me subió encima y me besó en la boca, me agarró por las muñecas y me acarició con sus sensuales labios el cuello.
Del cuello, en un movimiento continuado, se bajó al pecho y pasó a acariciarme los pezones. Mientras succionaba uno de ellos, el otro los acariciaba dibujando interminables círculos con uno de sus dedos humedecido de saliva. Las sensaciones eran tan excitantes que los pezones y una erección inmediatamente adquirieron una gran rigidez. El placer con mayúsculas y una sensación de felicidad plena me envolvían, pero ella, dueña de la situación, modificaba a su voluntad mis sensaciones. Jugaba conmigo y de un tacto tranquilo y reposado cambiaba de pronto a un ritmo ansioso y frenético que me llevaba a un paroxismo enloquecedor. No pude aguantar más, con suave determinación la volteé sobre su espalda. Estaba decidido a ser yo quien dirigiera de nuevo las operaciones. Nuestra danza-amorosa, era como un interminable juego sincronizado, de ahora dirijo yo y tú consientes y al contrario. De esta manera los placeres que uno de nosotros provocaba como emisor al otro, éste posteriormente los recibía como destinatario. La cogí de las muñecas, la inmovilicé y la besé en la boca y bajando por su cuello acabé besándole sus sedosos pezones.
Dentro del saco era imposible llevar a cabo mis deseos, logre acertar con la cremellera y abri el saco quedando nuestros cuerpos libres de la suave tela. De nuevo su cuerpo comenzaba a oscilar a lado y lado, fruto de las intensas sensaciones que sin duda experimentaba. Bajé hasta su vientre, con la lengua sorbí la sal de su ombligo y descansé, por un instante, mi mejilla en su mullido y negro monte de Venus. Me entretuve en la cara interna de los muslos, allí donde la piel es nácar. Mediante los besos y los suaves bocados que le daba, le transmitía mis deseos más profundos y la llevaba a un estado de excitación enorme. Ella me cogía por los cabellos y luchaba por retirarme de tan sensible lugar, pero no estaba dispuesto a claudicar por ahora. Con la lengua le abrí los labios de su dulce vulva, saboreando con delectación su sabroso sabor a mar. Un poco más arriba y donde se unen sus labios menores, me encontré con su clítoris, que erecto anhelaba mis suaves caricias. Lo acaricié con la punta de la lengua y lo cubrí de besos. Ella se convulsionaba, gemía y suspiraba con gran agitación. Mi lengua jugaba en la entrada de su vagina y subía hasta su clítoris cada vez más excitado. Los movimientos ascendentes y descendentes de su pelvis cada vez más frecuentes me anunciaron que su orgasmo ya era inminente. Un profundo suspiro y la posterior relajación de todo su cuerpo, me confirmaron que el ansiado éxtasis había llegado para ella. Me alcé y le regalé un tierno beso en su lujuriosa boca.
Pasaron unos instantes y sorprendentemente, la noté un poco contrariada pues según me confesó, pensaba que todo había ocurrido demasiado deprisa. Me disculpé y la tranquilicé asegurándole que no había ningún problema, teníamos toda la noche por delante. Cansada y muy relajada, se tumbó a mi lado, me acarició el pecho y bajó la mano hasta mi pene. Constató el estado de excitación en que se encontraba, y bromeando con que le apetecía un “yogour natural”, elogiando que era muy grande, lo agarró y metió el excitado glande en su boca y con la lengua jugaba con él dibujando redondelitos en un sentido y en el contrario. Sentir mi glande coronado por sus hermosos labios y notar su húmeda lengua acariciándome de esa manera, desencadenaba en mí el frenesí más absoluto. Intenté retirar su boca del sensible lugar en que se había instalado, pues un familiar escalofrío me avisaba de que el ansiado final estaba muy cerca. Ella no sólo no se retiró, sino que al sentir la proximidad de mi éxtasis, se introdujo mas el pene en la boca y agarrándolo con las dos manos ayudó la llegada de su ansiado yogour” con un rítmico batido. Varios grandiosos espasmos azotaron mi cuerpo y me vacié sin remisión dentro de ella, quedé totalmente extenuado y feliz. Se echó junto a mí y dándome un sonoro beso en la mejilla, me susurró: estamos empatados.
La noche transcurrió en un duerme vela de amor y sexo relajado, lo mismo ella se subía sobre mí y me cabalgaba como una experta amazona hasta llevarme al éxtasis más absoluto, igual hacia yo una vez recuperado, la cogía por detrás y a cuatro patas la poseía como si fuésemos dos animales en celo. Con el desgaste del amor y sin energía (no habíamos cenado), el cansancio se apoderó de mí de una manera fulminante pues yo casi le doblaba la edad, abrazado a mi enigmática compañera me quedé profundamente dormido. A lo largo de la noche y en repetidas ocasiones, abrí los ojos y vi. a María con los ojos abiertos mirándome con ternura, mientras dulcemente me acariciaba. Yo le decía duerme y ella me contestaba, no tengo sueño ya dormiré. Me canse de hacerle la misma pregunta. Dime quien eres y porque me has escogido a mi, quiero volver a verte más veces, le rogaba en un susurro, ella siempre me respondía, mañana lo hablamos amor ahora duerme. Le sonreía contemplando su tierna mirada,le acariciaba su bello rostro y volvía a quedar dormido.
A la mañana siguiente, el Sol y el ruido de la gente que llegaba a la playa me despertó temprano, sorprendentemente me encontré tumbado en la arena dentro del saco de dormir. De María no había ni rastro, ni de ella ni de su mochila, habia dejado la tienda de campaña dónde habíamos pasado la noche!. El mar estaba muy tranquilo y la playa aun casi vacía. Busqué a María por todos los rincones y la llamé a gritos hasta que me dolió la garganta, pero no me contestó. Parecía como si se la hubiese tragado la tierra. Preocupado y desorientado me vestí y subí hasta mi coche, miré por si veía algún rastro de la que había sido por una noche mi amante desconocida, pero todo fue inútil. Decidí coger el coche y buscarla por los alrededores, y mientras nerviosamente sacaba las llaves del bolsillo del pantalón, me fijé en que en el parabrisas del coche y cogido por las escobillas, había lo que parecía una hoja de una revista con fecha atrasada, arrugada y un poco quemada por el Sol. Cogí la hoja de la revista, era una revista del corazón de tirada nacional. Alguien con rotulador rojo,había destacado una noticia que, a pesar del estado de excitación en que me encontraba, me llamó poderosamente la atención.

Se podía leer la noticia. Famosa presentadora de televisan se separa tras una tumultuosa relación, salia el nombre y la foto de un personaje muy conocido tambien, y la foto de María presentadora de una famosa cadena nacional, al coger la hoja de periódico callo al suelo una hoja de papel blanco escrita a mano.
Javier, siento haberme marchado sin despedirme, te pido disculpas por ello pero en estos momentos no me apetece hablar de mi situación como habrás podido leer en la hoja del periódico ya sabes quien soy.

Me sorprendió, y a la vez me gustó que no me reconocieras, me acerque a ti porque necesitaba hablar con alguien y que me escuchara, llevo unos meses apartada del mundo de la televición en el que he vivido los ultimos años, necesitaba que alguien escuchara a la mujer y no al personaje mediatico en el que me he convertido al salir en televisión y tener un programa. Casi todo el mundo me conoce y me es imposible encontrar a alguien en el que volcarme. He cogido unas mini vacaciones para poder pensar, estar sola y reconducir mi vida, necesito aclarar mis ideas y hacia donde quiero encaminar ahora mi vida, esta noche a tu lado he sido feliz, me he sentido mujer, has hecho que bibrar todas las fibras de mi cuerpo, me has ayudado mucho, de verdad, de corazón te lo digo, espero que no mal interpretes las cosas, pienses que no soy una cualquiera, que me doy al primero que pasa para enterrar mis penas, al verte vi en tu mirada algo muy especial, una sinceridad y una dulzura difícil de encontrar hoy en un hombre, me has hecho muy feliz. Debido a mi trabajo y ser famosa los hombres se acercan a mi buscando algo. Esta noche he visto en ti a alguien como yo, que parecia necesitar tambien estar solo, no se cual seran tus motivos, y estoy convencida que algún día volveremos a encontrarnos y podremos hablar de esta noche maravillosa bajo las estrellas y explicarnos muchas otras cosas. Ahora te pido que no me busques, no intentes ponerte en contacto conmigo, algún día yo te buscaré, si me dejas.
Gracias por la noche de amor tan maravillosa que me has regalado, gracias por tu ternura, por haberme amado como me amaste anoche.
Un beso..
María…
¿FUE UN SUEÑO, FUE VERDAD O FANTASIA?